jueves, 17 de marzo de 2016

Cuando le cortaron las alas a un águila…

Águila..
Todos vamos con águila…
Porque tiene ese sabor tan especial…

Águila… que me sirvan un águila…           

Los artistas de todos los géneros y los publicistas de aquellos años estábamos  mucho más cercanos y no era nada raro encontrarnos con una lumbrera musical esperando a nuestros ejecutivos o creativos, guitarra en mano, para proponerles “un jingle” o incluso anuncios que ellos  mismos “locutaban”.

Recuerdo a un gran cantante que le presentó al licenciado Chamorro, notable publicista quien estaba a cargo de la compañía PUBLISA y la cuenta Cervecería el Águila.  El tema era muy bueno y pegajoso. La idea estaba en línea con los mensajes de la marca pero… duraba dos minutos y medio. Una canción en toda regla, pero “impautable” comercialmente.

¡Es imposible musicalmente” juraba el artista recortar esto a un minuto, menos a 30 segundos. Don Rodrigo no se complicó la vida. “Mañana será comercialmente posible le dijo, ya verás”. Y en efecto, fue posible y asi nació una de los jingles que rondan siempre en mi memoria. Más de una vez, después de décadas me descubro cantándola cuando ya ni la cerveza existe, ni el licenciado Chamorro está entre nosotros.

No quiero terminar esta anécdota sin rendir mi respeto tanto a los artistas que nos acompañaban con sus ideas así como, especialmente, al licenciado Rodrigo Chamorro, un verdadero maestro no solo de la publicidad sino de las cosas claves de la vida; ordenado, jefe paciente, respetuoso por igual de grandes y pequeños y con una total lealtad a la palabra empeñada.

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