Lo primero que debemos tener en cuenta para poder saborear en todo su valor las anécdotas de los albores de la publicidad en Nicaragua es que el país era muchísimo menos poblado que el de hoy día. Aquella Managua que empezó a conocer de anuncios y de flamantes agencias de publicidad, era una ciudad quizá no más grande que la ciudad de León actual.
La mayor parte de vecinos iban de su casa al trabajo a pie, la película del momento se comentaba en todas las casas y hasta los militares eran conocidos más que por sus grados o uniformes por sus troncos familiares, el cabo Flores, ¿quién? el hijo de la Sebastiana Flores o hasta, el muchacho mayor de los “cabuya”.
Pues bien, en aquella época dorada, con mucha paz y muchas siestas, ocurrió un día que un militar de carrera retirado, Manuel David Morales "Don Bin" y el músico y compositor Erwin Krüger fundaron en 1948, la Agencia de Publicidad KRUMO, KRU por Krüguer y MO por Morales. (Posiblemente, según don “Bin” la primera agencia que tuvo clientes y facturó algo).
Pero no se crea que aquellos primeros publicistas eran gente gris o formalita. Nada que ver!. Yo tuve el gusto de conocer y tratar a don “Bin” cuando ya era todo un venerable anciano, y sin embargo, siempre fue el alma de la mesa, el hombre de la chispa automática y la broma caballerosa. Daban ganas de sacar una libreta para anotar sus inagotables ocurrencias.
Resulta que los “KRUMO” ganaron la cuenta de Licores Bell que fabricaba el Aguardiente CAÑITA.
Los dueños eran respetados empresarios pero su aguardiente había tenido problemas de calidad en tiempos anteriores. En palabras de hoy, est aríamos hablando de un RELANZAMIENTO para su producto clave; CAÑITA que había superado sus problemas de calidad pero no había recuperado la confianza de su clientela. Un verdadero caso para aquellos publicistas deseosos de demostrar el PODER de su herramientas.
Le dieron vueltas al asunto y, (quizá inspirados por el efecto del mismo producto que se proponían volver a popularizar), ambos ingeniaron una estrategia única e irrepetible… inventaron “una campaña de cumpleaños” para que los “managuas” probaran el nuevo Aguardiente CAÑITA.
Esta fue la idea; un sábado de por medio cada uno de ellos cumplía años, por lo que al año 26 veces estaban de manteles largos; naturalmente que contaban con el patrocinio del aguardiente y la complicidad de los dueños de los bares, ellos llegaban a la hora de los tragos del mediodía y le entregaban el aguardiente al del bar, invitaban a muchos amigos diciéndoles que estaba uno de ellos de cumpleaños y brindaban con CAÑITA y al probarlo, todos estaban de acuerdo que era bueno. El otro sábado cumplía años Erwin e invitaban a otro grupo de amigos, y así sucesivamente;
Puede parecer puro cuento pero, de esta forma el "Aguardiente Cañita" recuperó su posicionamiento y llegó a ser el preferido de Nicaragua en aquellos años. Tan poderosas son las ideas que en 2016 es una marca que aún perdura en el mercado nicaragüense y, más de alguno puede ir a probar aquel sabor que alegró 26 veces los cumpleaños de nuestros recordados publicistas pioneros.
Aprovecho para recordar que este par de chavalos fueron también quienes inventaron aquel pequeño pero inolvidable anuncio en el que un hombre remojado entraba a su casa y su esposa (o la “asistente del hogar”) le ponía una bandeja diciéndole… “Una copa de CAÑITA es lo que usted necesita”… Y en verdad, era fácil unirse a la idea que esta era la forma ideal de ser recibido en casa.
Interésate manera de aprovechar y dar publicidad, muy buena información de nuestros inicios publicitarios, sería interesante ver en su blog las diferentes publicidades que krumo hizo para licores bell y asi ver como ellos implementaban los elementos comunicacionables en esa temporada.
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